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PASO 1:
Es importante utilizar una cantidad de producto suficiente y volver a aplicarlo a intervalos regulares.
Para medirla, puede utilizar la palma de la mano. Le recomendamos que, para cubrir la cara, el cuello y el escote, utilice una fina línea de fluido solar que vaya desde la punta del dedo corazón hasta la muñeca.
PASO 2:
Es fácil dejar algunas zonas sin proteger. No se olvide de las orejas, la parte posterior del cuello y, en caso de calvicie o escasez de cabello, el cuero cabelludo.
PASO 3:
Elija un producto que ofrezca el nivel adecuado de protección para su piel. Debe protegerle contra los rayos UVA y UVB, y defender la piel frente a la luz HEVL. También debe adaptarse a su tipo de piel y problemas cutáneos.